

Y llegamos al último día de este viaje. Y preguntareis, ¿pero el plan no eran cuatro sitios en cuatro días? Pues sí, pero a veces las cosas no salen como se planean. Salimos de Oradea a las 5 de la mañana, para llegar a Arad 7:30. (una vez más madrugón!!) Los trenes a esas horas son más baratos, además así teníamos todo el día para visitar las ciudades. El plan era coger directamente, pero la estación estaba totalmente levantada, en obras, así que perdimos el tren. Decidimos cambiar el plan.Marta y Victoria, por razones diversas, decidieron no seguir con el viaje, ver Arad y volver a casa. Y yo decidí reorganizarme, no iba a volver hasta allí solo para ver unas ruinas, así que no quería perder la oportunidad.


Arad (entre Oradea y Timişoara) es la más pequeña de las tres ciudades que visitamos, también en la frontera con Hungría y con una estructura similar a la de Oradea. La sensación que a mí me produjo, nada más llegar, es que el tamaño de los edificios era desmesurado.


Al caminar hacia el centro, lo primero que vimos fue una enorme iglesia ortodoxa. Supusimos que era de nueva construcción porque el interior estaba aún en cemento, y como ya sabéis por fotos anteriores de otras iglesias, éstas están completamente pintadas por dentro. Pero lo que aún no os he contado, es que en la ante sala de la iglesia, se pueden encender velas (igual que en las iglesias católicas) a un lado por los vivos, al otro por los muertos (organizado, ya veis, jajajaja).


Paramos a desayunar, y mientras yo buscaba las rutas y opciones para ir a Şoimoş, Victoria fue a la oficina de información y turismo a por unos planos.


Más adelante, por la calle principal, estaba el ayuntamiento (enoooorme) con una plaza muy curiosa y un pequeño mercado de comida. Y como todavía estamos en pascua (bueno, la semana después de Semana Santa, que este año han coincidido la católica con la ortodoxa) unos conejos de pascua enormes. Aquí tienen la tradición de los huevos de pascua y todo eso...


Llegamos a una plaza en honor a los héroes de la patria en dirección a la Cetatea, que al igual que la de Oradea tiene forma pentagonal. Cruzamos el río y anduvimos. Según nos íbamos acercando vimos una caseta con un policía militar el pie de una barrera. Es verdad!! ya habíamos leído en la guía que ahora era una base militar. De todas formas, en el plano que teníamos, en el centro de la Cetatea aparecía un monumento señalizado como punto turístico así que pensamos que quizá el monumento se podría visitar. Pues no! Así que de las mismas, nos volvimos. ¿Por qué señalizan en un mapa turístico un lugar de interés turístico que no se puede visitar...? Venga, decid conmigo... Rumanian style!!!! jajajaja.
Otro de los edificios que más nos impactaron fue una iglesia romano-católica (o sea, de las nuestras, jajaja). Esa pulguilla que se ve al pie de las columnas interminables soy yo, para que os hagáis una idea del tamaño. Y también, como podéis ver en la foto de la izquierda, el altar no esta separado de los feligreses.
En Arad está la segunda filarmónica más importante del mundo después de la de Viena (o eso dicen todas las guías consultadas; a saber, 3, jaja).
Y una iglesia evangélica. Que no tiene especial relevancia, pero ya que os estoy enseñando templos de diferentes credos por dentro, pues este también, para que veáis las diferencias.... jajajaja. Donde yo vivo, la religión mayoritaria es la greco-ortodoxa (y creo que en la mayor parte de Rumanía también), así que me resulta curioso que tanto en Oradea como en Arad pudiésemos ver tantos templos de tantos credos diferentes. Esta claro que Rumanía, en general es un país muy creyente.

Para terminar esta visita a Arad, algunas fotos cuiosas. Una libélula en el suelo a la entrada de una cafetería, las bicicletas-tiesto de otro bar y unos toboganes. ¿Unos toboganes? ¿Que tienen de especial para merecerse ser fotografiados? jajajaja. Íbamos paseando por un paseo al lado del río; el río a nuestra derecha y a nuestra izquierda, por debajo de nuestro nivel, un parque. Pues bien, estos toboganes conectaban nuestro paseo (nivel superior) con el parque infantil... (mejor que pones unas escaleras o un ascensor, ¿no creeis? jajajajaja). Y el Km 0 del condado de Arad.
No quiero extenderme mucho más, que se supone que esto tiene que ser ameno y divertido, así que el resto del día, la visita a Şoimoş y mi odisea para volver a casa, os la contaré en el siguiente post.
Además, mis queridos amigos inesperados, esos estudiantes que vendrán el año que viene a Sibiu y me están preguntando tantas cosas, estad atentos, en breve tendréis un post dedicado a vosotros; donde os pondré un montón de información y me podréis hacer preguntas.
¡¡¡¡Me han encantado los conejos gigantes de pascua!!!! ¡¡¡Y los toboganes para bajar de nivel en el parque!!!! ¿Les gustaría la idea al ayunta? Jajajajajaja
ResponderEliminarToboganes??????? Noooooo txirristra!!!!!! Jajajaja foto especial para mis peques!!!
ResponderEliminarLas bicis molan a mogollon.