Por fin nos hemos ido de excursión!!!!!. Mediaş, un pueblo a 56 kilómetros de Sibiu. Y diréis, pues menuda excursión. Pues sí, porque viajar en Rumanía es un reto, una aventura, una odisea.... jajajajaja.
Antes de nada, por ahí me han comentado que pongo pocas fotos, así que espero que este post lo corrija.

El día anterior miramos por internet todos los trenes disponibles, y decidimos que entre toooodas las opciones que teníamos (dos) era mejor coger el de las 12. El tren tarda hora y media en recorrer los 56 kilómetros (tren de alta velocidad, como podéis ver). Como el pueblo no es muy grande y sólo hay un par de cosas para ver, entre toooodas las opciones para volver (dos), decidimos que volveríamos a las cuatro.



El paisaje que recorrimos es muy bonito, pese a que las fotos no le hacen justicia... (lo siento, entre el movimiento y que el cristal no estaba muy allá....).

Por fin, y con un hambre comparable sólo a otro día que recuerde (me vienen a la mente unos huevos con chorizo en un bar de carretera, jajajaja) llegamos a nuestro destino, desfallecidos, ansiosos por encontrar un lugar donde saciar nuestra hambruna. Y comimos en un restaurante italiano.
Después de comer, y ya con el estómago en silencio dimos una vuelta por el pueblo. El pueblo en cuestión es pequeño, pero tiene la iglesia fortificada más antigua de Rumanía, según lo que pone en las guías. (Para los que queréis ver fotos.... ahí os van las fotos....)
La torre amarilla con el tejado en pico verde, es la Torre del Trompetista. Cuando la ciudad era atacada, el trompetista llamaba a todos los habitantes para que se refugiasen en la iglesia fortificada. Está inclinada, dos metros sobre la vertical, tiene 67 metros, y se ve desde todas las partes del pueblo.
Luego bajamos a ver la única parte de la muralla del pueblo que se conserva y después al río (¿Fotos? Pues tomad fotos...).



Ya sólo me queda hablaros del viaje de vuelta. Al final cogimos el tren que no teníamos previsto, a las 8. Después de nuestro paseo, hicimos tiempo en una cafetería y nos tomamos un chocolate caliente (Viena, como tú.... jajajajjaja) y esta vez sí me hicieron el descuento en el billete, la señora de la ventanilla ni me miró el carnet.... En Rumanía todo es "puede que sí, puede que no" (esta vez fue que sí). ¿Quereis ver como era el tren en el que volvimos? Agarraos, porque no tiene desperdicio.
Volvimos a parar en el agujero negro de todos los trenes.... pero esta vez, solo fueron cinco minutos, así que llegamos, cansados, dormidos, pero según lo previsto.
Gracias Judith y Usama por este viaje tan divertido.
PD1: Aún tengo más cosas que contaros de esta semana, pero será ya mañana, que es tarde.
PD2: Eli, ¿suficientes fotos esta vez? jajajajajaja
Mmmmm, qué pocas fotos, ¿no? jajajajaja ;)
ResponderEliminarEse tren no tiene desperdicio, nop, maaaadre mia. No sé si lo increible es el tren en sí (que siga medio entero), o que todavía funcione jejejeje
Yo opino q en ese tren se podria rodar una de terror.... jajjajaja
ResponderEliminary estoy con eli! pocas fotos maria!!! pero el pueblucho parece mono!! y se te lee contenta!! eso es lo q mas molaa!!!
Muy bonito todo María...y con muchas fotos de todo, veo que la adaptación fue en la primera semana que llegaste. Me alegra que estés conociendo varios lugares de por ahí, Saludos
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