La historia de cómo llegue

¿Cómo llegué aquí? Algunos dirían que puesto que he venido en avión, volando... Pues no. Yo diría que más bien he llegado a "saltitos".

Ya sabeis que las ultimas semanas que pasé en casa fueron bastante locura, preparando el viaje, los examenes, etc. Pues bien, el 17 de enero a las 15 tenía un examen de econometría, del que no tengo ninguna gana de hablar... Salimos desde la facultad hacia el aeropuerto de Hondarribi porque mi vuelo salía a las 19:35. Cuando llegué allí mi familia me estaba esperando, para despedirse de mi. Y les doy las gracias por hacerlo, ya que mi vuelo se retrasó como hora y media. Primer contratiempo.

Tampoco me preocupaba en exceso, porque tenía que hacer escala en el aeropuerto de Barcelona tooooda la noche.

Saliendo de San Sebastián me llamaron la atención por mi equipaje de mano. Los de Vueling consideran que si la maleta con sus ruedecitas no entra en un cajón ridículo, no es equipaje de mano. Por suerte, hicieran la vista gorda, supongo que el retraso del avión ayudó.

Y así, mi equipaje y yo llegamos al aeropuerto de Barcelona.

Después de comprar algo para cenar, porque me moría de hambre, el lugar que me encontré tenía un aspecto poco prometedor para pasar la noche.

 Así que busqué un sitio para sentarme y pensar en cómo me iba a deshacer de las ruedas de mi maleta sin terminar de escacharrarla. Resulado del reto despues de seis horas de metitación: No se pueden comprar maletas en los chinos, no hay forma de no escacharrarlas. Así que había que llorar un poco para que me dejaran a mi equipaje y a mi seguir hasta mi siguiente parada.

Y funcionó, me dejaron pasar. Salí rumbo a la siguiente parada a las 7 de la mañana.

Llegue a Munich..... Nunca me he sentido más de pueblo que en el aeropuerto de Munich; no sé cuantas veces más grande que nuestro cómodo y sencillo aeropuerto, buscando mi puerta aquello parecía no acabarse. De hecho tuve que salir del edificio a una especie de plaza, para cruzarla y entrar a otro edificio, donde estaba mi terminal de salida.

Sin móvil, y sin enterder ni una palabra de lo que decía nadie, me encontré con un puesto de comida de lo más curioso.

 Y como mi sobrino me pidió una foto desde el avión... Ala, ba hor dakazu, Ion, zutzako!!! Ahal izan dudana egin dut.

Y en un último salto más, y después de pagar 75 euros más para no tener problemas con mi maleta pequeña, llegué a Sibiu.

El incrédulo policía de control de pasaportes del aeropuerto me asustó un poco por lo que tardó en convencerse de que yo era yo. Pero con una sonrisa nerviosa y un inglés penoso, por fin pude entrar oficialmente en Rumanía.

Y por último os queda ver donde voy a vivir los próximos seis meses. No es el Hilton, pero está bien, sobre todo teniendo en cuenta lo que me cuesta. Comparto la habitación con Christina, una chica alemana con la que espero practicar ingles. De momento, solo una pega.... ES VEGATARIANA. Espero que no tengamos mucho conflicto con el pollo en la nevera que compartimos..... jajajajaja.

Y creo que de momento esto es suficiente. Seguiré informando de todas las cosas, colgando fotos y esas cosas para que esteis al tanto de como me va.

Y también espero vuestro comentarios. Y vuestros ánimos cuando me entren los bajones, que vendrán... jajajajajaja

Hurrengo arte!!!

  P.D. Perdonad las faltas, jajajajja. Es que se me acaba la batería y voy a toda pastilla.